De entre todas las definiciones de marketing que existen, al día de hoy creo que mi favorita es la de Philip Kotler, quien la define como:
“La ciencia y el arte de explorar, crear y entregar valor para satisfacer las necesidades de un mercado objetivo por un beneficio. La mercadotecnia identifica las necesidades insatisfechas y deseos. Se define, mide y cuantifica el tamaño del mercado identificado y el potencial de ganancias. Señala qué segmentos la compañía es capaz de servir mejor y diseña y promueve los productos y servicios adecuados.”
El Dr. en Economía comienza su definición con dos palabras claves que lograr resumirla a la perfección. La mercadotecnia es una ciencia y es un arte, una combinación extraña de dos mundos siempre en movimiento.
«El mejor marketing de todos son los clientes felices.»
-Susan Stripling
A lo largo de los años el marketing ha ido creciendo a tratarse menos acerca del producto, y más acerca de las personas. Creo que eso es bueno, que como profesión se ha ido haciendo noble con el paso de los años, y aunque, como toda condición que involucra al elemento humano, ha tenido sus momentos tanto positivos como negativos (véase recientemente el caso Cambridge Analytica), la tendencia se inclina a formar relaciones cada vez mayormente beneficiosas para ambas partes del mercado.
El marketing se trata de crear experiencias. Es una de las disciplinas más diversas y completas que existen en la actualidad, es hablar de una combinación de curiosidad, creatividad, innovación constante, tecnologías, medios, flexibilidad, habilidades de relato, pensamiento estratégico, comportamiento humano entre varias otras. Con todo esto en mente, he aprendido que como mercadólogo el aburrimiento es un asunto totalmente descartado, a lo que hay que agregarle los constantes cambios y descubrimiento que se realizan cada año, porque lo cierto es que la mercadotecnia sigue en evolución, revolución y que nos depara muchas cosas nuevas.
Creo que estos son tan solo algunos de los motivos por los que me decidí a ser mercadólogo.